La industria sucroalcoholera de Tucumán afronta un escenario crítico. En mayo perderá vigencia la ley nacional que promueve la fabricación y uso de los biocombustibles elaborados en base a caña de azúcar y a otros cultivos. La situación llevó a que la Legislatura se reuniera el lunes pasado en una sesión extraordinaria de urgencia, a fin de solicitar una prórroga de la normativa a las autoridades nacionales. Todos los sectores afectados estuvieron en el recinto. Sin embargo, llamó la atención la ausencia en el debate de un referente histórico, el secretario general de la Federación Obrera Tucumana de la Industria Azucarera (Fotia) y legislador provincial, Roberto Palina.
Fue uno de los comentarios de la jornada parlamentaria, en la que industriales, cañeros y trabajadores esperaban la palabra del experimentado dirigente sindical desde su banca. Sobre todo, porque días antes -el viernes 29 de enero-, había girado una nota a la Cámara de Diputados de la Nación instando a sancionar la extensión de la Ley de Biocombustibles.
En principio, se creyó que Palina se había ausentado dado que, como es persona de riesgo, podía exponerse a un eventual contagio de coronavirus covid-19 en el recinto.
Sin embargo, el legislador oficialista en realidad se encuentra haciendo uso de su licencia anual ordinaria. Así consta en el expediente 05-VLL-21. A través de una nota dirigida a la Secretaría de la Legislatura, que conduce Claudio Antonio Pérez, Palina comunicó que se tomaría vacaciones desde el 21 de enero hasta el lunes 8 de febrero (18 días corridos).
El lunes, el Poder Legislativo aprobó por unanimidad un proyecto de resolución que solicita a la Cámara de Diputados de la Nación la prórroga de la Ley de Biocombustibles. El proyecto cuenta con media sanción del Senado desde 2020, pero no fue incluido entre los temas de extraordinarias por la Cámara Baja. Además, los legisladores provinciales requirieron al presidente Alberto Fernández que disponga la continuidad de la normativa, facultad que le otorga el texto vigente. Según los referentes del sector sucroalcoholero, la caducidad de la Ley de Biocombustibles podría llevar al cierre de los ingenios de Tucumán y de la región.